Avanzar sin mirar atrás y en la dirección correcta

avanzarEn la vida, nos encontramos con que hay personas de nuestro entorno que no quieren, incluso no pueden seguirnos, es como si subiéramos por una escalera a distintas velocidades algunos quedan rezagados en los primeros escalones. ¿Qué debemos hacer?, ¿debemos dejarlos atrás?, ¿debemos tirar hacia adelante forzándolos para que nos sigan? La respuesta, es que no todos están preparados para avanzar al siguiente nivel en su crecimiento personal, al menos no por ahora, más adelante quizá lo puedan hacer. Por lo tanto debemos dejarlos ir y avanzar sin importar a quienes dejemos atrás, porque cuando sea su momento ellos también avanzarán y nosotros los recibiremos con alegría. Tampoco debemos forzarnos a alcanzar a alguien que está más arriba en esta escalera existencial, debemos ocupar el lugar para el cual estamos preparados y a su debido tiempo avanzar al siguiente estado.

También debemos dejar atrás viejas ideas, conceptos, creencias, formas de pensar y ver la vida que nos han mantenido hasta ahora en la mediocridad. Es tiempo de crecer no solo en cuerpo y mente, sino también en espíritu. Es el momento de ser la persona para lo cual nacimos.

Le pregunto a usted: ¿está intentando arrastrar a alguien más en su camino?, ¿pretende emular a otra persona?, ¿se mantiene aferrado a viejas ideas, conceptos y creencias o está dispuesto a reemplazarlas por nuevas? Contestar a conciencia estás preguntas es una forma de ubicarse en el lugar que por ahora le corresponde, dejando a los demás que también ocupen el suyo.

Cuando uno desea tener un crecimiento verdadero, la competencia con los demás desaparece, la necesidad de demostrar pierde valor, solo importa avanzar a nuestro propio ritmo, paso a paso, sin fijarnos en como avanzan los demás. Es un camino individual, personal, único, aunque realicemos el trayecto en compañía de otras personas, ya que ellos también van a su propio paso.

También cabe destacar que no es importante el lugar en el que comenzamos, ni tampoco en el que nos hallamos en este momento, lo importante es hacia dónde nos dirigimos.

Cuentan que un gran cacique, preocupado porque su tribu pueda subsistir luego de su muerte, decide buscar con antelación un sucesor para prepararlo enseñándole a guiar a los demás. Como forma de selección envió a los aspirantes a internarse en la selva, sin más guía que la misma naturaleza. Como era de esperarse uno a uno los postulantes comenzaban a vagar en círculos realizando caminatas hacia el norte, luego al este, para después hacer lo propio hacia el sur y finalmente encontrarse nuevamente en el oeste.

Algunos caminaban varias horas y eran muchos kilómetros los recorridos, solo para llegar al mismo lugar una y otra vez. El día paso y al amanecer del día siguiente, el cacique los fue a buscar regresándolos nuevamente a la aldea de la tribu. Los reunió en torno a una fogata y les dijo: no importa cuánto hayan recorrido, lo que en verdad interesa es cuanto recorrieron en la dirección correcta. Ténganlo en cuenta cuando guíen a su tribu y más importante aún cuando dirijan sus vidas”

No importa cuántos kilómetros recorramos, sino la dirección en que lo hagamos. No interesa de dónde venimos ni en donde nos encontramos hoy, sino hacia dónde nos dirigimos y donde terminaremos.

Autor: N.C. Kurt

Fuente de la Fotografía: Foto Gratis