¿Alguna vez te has preguntado por qué me salen las cosas mal? o ¿por qué me pasa esto a mí? La realidad es que a todos en algún momento de nuestra vida nos han pasado este tipo de pensamientos por la mente frente a alguna circunstancia o situación. La actitud que tomamos ante las situaciones diarias son las que van a determinar cómo va a fluir todo tu día. La mayoría de las veces tendemos a pensar negativamente ante ciertos eventos, lo cual nos paraliza y limita a explorar nuevas maneras de ver las cosas.
Nuestras palabras tienen poder, así lo dice la biblia, lo dice la programación neurolingüística y así lo vemos cada día en nuestras vidas. En la biblia vemos un ejemplo en Job que dice que «lo que temí eso me sobrevino». Hemos visto a personas que se juzgan asimismo débiles, incapaces, impotentes y poco valiosos. Estas personas seguramente escucharon eso de algún maestro, o de sus padres o simplemente adoptaron esa idea que finalmente terminaron creyéndo sin darse cuenta que el cuerpo va respondiendo a lo que ellos proclaman sobre sí.
He visto a personas que han cambiado su modo de hablar y pensar y han tenido resultados extraordinarios en sus vidas. Muchas veces buscamos soluciones complicadas y sufridas porque creemos que siempre debe ser así, y dejamos pasar desapercibido que si cambiamos la actitud de negatividad o las palabras negativas podemos ver cambios significativos. Siempre debemos buscar el lado positivo de las cosas porque de todo lo malo que nos sucede siempre hay algo positivo que sacar. Me gusta mucho unas palabras que Dios le dijo al profeta Jeremías cuando éste se quejaba frente a ÉL; “si entresacaras lo precioso de lo vil, serás como mi boca”, ¡Wou! que clase de consejo de parte del divino creador.
Finalmente, tenemos el poder para elegir lo queremos nosotros, así que si proclamamos pensamientos negativos no podemos esperar cosas positivas, pero si proclamamos pensamientos y actitudes positivas vamos a ver como las cosas van fluyendo de manera diferente. Te dejo con estas preguntas que te ayudaran a ver la vida de otra perspectiva.
¿Qué va a cambiar si actuó de esta manera? ¿Mis palabras denotaran vida o muerte? ¿He salido de otras situaciones peores que esta? ¿Por qué no podría entonces salir de esta? ¿Qué me impide avanzar?
RECUERDA QUE SI CAMBIAS TUS PALABRAS ESTAS CAMBIARAN TUS PENSAMIENTOS Y EVENTUALMENTE TUS PENSAMIENTOS CAMBIARAN TUS ACTITUDES Y APTITUDES.
Autor: Joel Acevedo
Fuente del Artículo: http://www.articuloz.com